En el post de hoy vamos a enseñaros un trabajo realizado de restauración de parquet encolado mostrando todo el proceso, desde el mal estado del inicio hasta el resultado final, por lo que nuestro cliente ya disfruta de un precioso parquet de gran formato como si fuera nuevo.
En Decofusta somos especialistas en restauración de parquets de madera, tarimas y parquets flotantes con más de 20 años de experiencia, pídenos presupuesto si quieres dejar tu parquet como nuevo.
Ya os hemos mostrado antes trabajos de restauración de parquet, y la de hoy es una más de las muchas que hemos realizado en los últimos tiempos, pero vamos a ver a través de fotografías el proceso que hacemos. Cabe resaltar que para restaurar un parquet lo ideal es que la vivienda esté vacía, o retirar todos los muebles donde haya parquet a otras estancias de la vivienda como cocina, baño o incluso terraza, o si esto no es posible no queda más remedio que hacer el proceso en varias fases, poniendo todo el mobiliario en una habitación, restaurar el resto de la vivienda, y después vaciar esa habitación para poderla restaurar. También hay que tener claro que durante el proceso de restauración no se puede vivir en el hogar, hay que desalojar para poder pulir y barnizar respetando los tiempos de secado del barniz.
En esta ocasión el cliente compró la vivienda con un parquet instalado hacía bastantes años y muy poco cuidado, y aprovechó la circunstancia de estar vacío antes de hacer la mudanza para reavivar el parquet y poder disfrutar de un roble de gran formato como nuevo los primeros años de estancia.
Los trabajos de restauración empiezan con el acuchillado, quitando todo el viejo barniz del parquet que ya no lo protege y afinando la superficie. Este proceso se realiza con la pulidora en casi toda la superficie menos en el perímetro que por tamaño no es posible y se utiliza la máquina conocida como orillera, mucho más pequeña que permite hacer todo el perímetro y allí donde la pulidora no puede acceder.
Después se masilla toda la superficie que se obtiene de polvo fino del propio parquet mezclado con resinas especiales, obteniendo una masilla con el mismo color del parquet y gracias a la cual se tapan juntas abiertas entre lamas, pequeños rayones e imperfecciones que tenga el parquet debido a los años y al uso.
Una vez masillado se retira el sobrante de esta masilla y se afina el arquet pasando una lija muy fina para el posterior barnizado, que en esta ocasión nuestro cliente eligió barniz de poliuretano al disolvente y que se aplica manualmente con un cepillo de pelo corto. La primera mano siempre damos lo que se denomina como fondo, y luego una o dos capas de barniz final que es el que aporta el acabado final pudiendo ser brillo o mate. Tenemos bastantes artículos de barnices, restauración y parquets en nuestro blog si queréis saber más acerca de este proceso casi artesanal.
Entre las varias capas de barniz pasamos una vibradora para afinar la superficie, aspiramos concienzudamente toda la superficie para que no quede ningún resto en la superficie y volvemos a aplicar el barniz.
Para que la última mano de barniz llegue a su secado completo y alcance así la máxima dureza es conveniente dejar secar unos días con la vivienda cerrada, ya que si dejamos abierto las impurezas que caigan se quedarán adheridos al parquet y no se podrán retirar, y si se crean corrientes de aire las ondas que genera en el barniz en su estado líquido también serán visibles. Una vez pasado ese tiempo y con el barniz completamente seco si que se puede abrir la vivienda, de hecho es recomendable airearla ya que el barniz de poliuretano emite un fuerte olor.
Como se puede apreciar en la foto durante la aplicación de la última mano de barniz el cambio es muy notable, el parquet rejuvenece quedando protegido con el nuevo barniz.
Podéis leer más sobre restauración de parquet en nuestra página y no dudéis en contactar con nosotros si queréis dejar vuestro parquet como nuevo.