Autónomo y madera, difícil combinación

El post de hoy, y con el permiso de los lectores, queremos hacerlo reivindicativo. Queremos que esta, nuestra plataforma y vía de comunicación, sirva para dar a conocer una situación y opinión en la que seguramente más gente de la que pensamos está inmersa, y merece ser escuchada y sabida nuestra verdad.

Cuando se dice “autónomo” a muchas personas les viene a la mente esa imagen oscura de una persona con los bolsillos llenos, con chanchullos aquí y allá, sin facturas ni contratos y sin rendir cuentas a nadie. ¡Que imagen más antigua e irreal! Hoy en día un autónomo trabaja sin horario fijo, plegando cuando puede y no cuando quiere, y teniendo en cuenta que lo mínimo que va a trabajar al día son 10 horas, de ahí para arriba, mal comiendo túper frío encima de cualquier caja de herramientas o en un banco del parque. Un autónomo el cual, trabaje o no, tiene que pagar una cuota mensual al gobierno para que el día de mañana tenga una mínima opción de optar a una mísera pensión; por no olvidar la cantidad de impuestos a los que deben hacer frente, que sinceramente yo ni siquiera alcanzo a comprender: modelo 303, modelo 390, modelo 347, modelo 111, modelo 115, modelo 130, modelo 110, modelo 180, modelo 190…y algunos más que me dejo. Y más vale hacerles frente y pagarlos y tenerlos todos en regla, aunque haya sido un mes flojo y apenas hayas trabajado y cobrado, porque en caso contrario el lío al que hay que enfrentarse es mucho peor, ya que nos vigilan con una lupa tan pequeña que casi podemos notarla detrás de la nuca. De ahí que nuestro enfado sea igual o mayor que el de un trabajador asalariado cuando oímos casos de corrupción, ¨amnistía fiscal” etc. A nosotros apenas se nos permite respirar, las ayudas gubernamentales son impensables, y la concesión de créditos casi una utopía. La situación es casi insostenible. Y el mes flojo porque estuviste una semana en cama con gripe, cuando llegan los impagos, nadie te pregunta qué te pasó, ni si ya estás recuperado o necesitas ayuda en forma de tregua; solo te llaman para recordarte el impago y que lo solventes cuanto antes.

Tan importante son las condiciones del autónomo como el sector al que se dedica, y el nuestro por desgracia está muy maltrecho: la madera. En Decofusta somos expertos en parquet, tanto en restauración como en instalación, pero eso sirve de poco cuando la gente no valora el trabajo bien hecho y un producto de calidad. En innumerables ocasiones nos han pedido presupuesto para instalar el típico parquet de calidad media-alta en un piso, y al darle precio (que ninguno supera los 20€ por m2) se han escandalizado, e incluso nos han llegado a dar la típica respuesta de “los de Ikea son mucho más baratos”. Las calidades evidentemente no son las mismas, las garantías no tienen nada que ver, nuestra instalación profesional tampoco… En definitiva, no son comparables. La diferencia de precio va a ser inversamente proporcional al tiempo de uso del parquet y al desgaste, así como también al tiempo que va a tardar en tener que quitarlo y poner otro.

Otro claro ejemplo son las puertas. No hace mucho una persona nos pidió precio de puertas lacadas con molduras, de haya con chapa combinada transversal y horizontal…varios precios de diferentes puertas de modelos de precio alto, y acabó su mensaje con la aclaración “lo más económico”. Nuestra respuesta fue simple, lo que pedía tenía un precio un poco elevado y lo más económico era lisa a X€ (ninguna puerta lisa supera los 290€). Su respuesta no se hizo esperar y, como era previsible, no le interesaba porque, según esa persona, era muy caro y además no era lo que quería. Ahí ya nuestra respuesta fue contundente, si las lisas le parecían caras las que pedía valían casi el doble, pero es que a ese precio nosotros apenas cubrimos gastos, es decir, pagar la puerta al proveedor, pagar los modelos anteriormente mencionados y poco más, casi ni cubrimos las horas de lo que tarda un carpintero en ponerlas.

¿Quién decide cuando algo es barato o caro? ¿Cuándo el trabajo bien hecho de alguien no merece una recompensa justa? ¿Quién dice que la profesionalidad de un autónomo es cara? Nadie regala nada, ni a ustedes ni a nosotros, y cuando damos un precio nosotros estamos contando los materiales y la mano de obra, pero además va incluido la responsabilidad de una empresa seria con todo en regla, con garantías, ofrecemos la tranquilidad de podernos llamar y dar la cara si algo va mal, la preocupación y el empeño de que el trabajo quede perfecto, un trato personal en el que pueden consultarnos y dejarse asesorar por nuestros conocimientos del mundo de la madera y el parquet. Y eso, queridos clientes, Ikea no lo ofrece. Si desea calidad y un buen trabajo, contacte con profesionales, ya sea en el mundo de la madera o en cualquier otro. Dejemos de fomentar el intrusismo “porque resulta más barato” no todo el mundo pone parquet, y mucho menos no todo el mundo lo instala correctamente.

Uniendo las dos reflexiones, la única conclusión a la que parece llegar este post es que este no es un país para los autónomos, no es un país para los valientes, y menos si se trabaja un oficio tan antiguo como maltratado, el de la madera. Pero no podemos rendirnos, volvamos a dignificar una profesión necesaria y casi artística como es la carpintería, con materiales de calidad y profesionales cualificados y con conocimientos. Lo que ellos hacen, lo que nosotros hacemos, es plasmar en madera y parquet un proyecto, una ilusión, y eso no tiene precio. Así que a partir de ahora cuando pidan un presupuesto háganse estas mismas preguntas antes de decir si es caro o no y de comprarlas con productos e instalaciones de grandes superficies, ¿en qué se diferencian? ¿Qué calidades tienen? ¿Qué garantías ofrecen? Si las contestan, se darán cuenta que nuestro trabajo merece la pena y nuestros precios son los justos.