El parquet encolado, o también llamado tablilla encolada, es el tipo de parquet tradicional que consta de varios pasos hasta su acabado final, ya que la madera viene en piezas o tablillas que primero se debe encolar y posteriormente pulir y barnizar. Actualmente ya no se realizan tantas instalaciones de este tipo porque el proceso es largo y algo costoso, y la tendencia ha derivado en los suelos laminados y los parquets flotantes terminados de fábrica. Este tipo de instalación de parquet ha pasado a ser demandada cuando se necesita hacer una ampliación en una vivienda en la que ya hay este parquet, como es el caso que os mostramos hoy, una vivienda con parquet en espiga menos en dos de sus habitaciones. Y aprovechando la instalación realizamos la restauración de todo el parquet para que quedara uniforme y sobretodo protegido y renovado.
Restaurar un parquet no es un trabajo sencillo, y debe realizarlo un profesional cualificado con maquinaria profesional utilizando materiales de calidad. Si desea más información acerca de este parquet clásico o cualquier tipo de suelo laminado o tarima contacta con nosotros, somo expertos parquetistas.
Como hemos visto en el post de diseños de parquets disponemos de varias formas de instalar una tablilla, pero en el trabajo que realizamos en esta vivienda ya tenía tablilla de roble colocada en espiga en el recibidor, comedor y dos habitaciones, y por algún motivo no lo tenía en otras dos habitaciones. Así que lo primero que hicimos fue la colocación de tablilla de roble en espiga muy similar a la ya utilizada en el resto de la vivienda, que posteriormente pulimos y barnizamos a la vez que el resto de parquet.
Una vez encolado el parquet empezamos con todo el proceso de restauración, que como ya hemos explicado en otros post y trabajos realizados, tiene varias fases que hay que seguir meticulosamente para conseguir un resultado final perfecto.
El pulido lo hacemos con la mejor maquinaria del mercado con tecnología alemana y sistemas de aspiración del polvo. Después aplicamos a mano una masilla especial hecha con polvo de madera y resinas especiales por toda la superficie para que no queden fisuras entre tablillas, también para rellenar y disimular rayas, golpes y desperfectos que tenga el parquet por el uso y desgaste. Y como siempre el paso final es el barnizado de manera tradicional, en esta ocasión con barniz de poliuretano por petición del cliente, aunque recomendamos barniz al agua al ser menos tóxico y sin olores.
El resultado final ha sido espectacular, un parquet sin imperfecciones, brillante y de nuevo protegido con un barniz de calidad. Este parquet ya está listo para soportar muchos años de disfrute de sus propietarios ofreciendo resistencia y todo el confort de la madera.
Si desea renovar su hogar instalando parquet en espiga, o cualquier otro tipo de parquet o suelo laminado, pídanos presupuesto, le enviaremos una propuesta con calidad y plenas garantias.
