En otros post que teneis en nuestra web ya os hemos mostrado otros trabajos de restauración de diferentes tipos de parquets, pero no dejamos de mostraros trabajos similares porque nos encanta compartir el gran cambio que realiza un parquet cuando lo restauramos, rejuvenece como por arte de magia, todas esas rayas acumuladas con el tiempo, ese color viejo y desgastado deja paso a un parquet en todo su esplendor. Por eso hoy os vamos a mostrar otro trabajo realizado hace poco restaurando un parquet encolado de roble, que como siempre esperamos que os guste el resultado de nuestro duro trabajo tanto como a nosotros.
Si también tienes un parquet y quieres restaurarlo ponte en contacto con nosotros, te realizaremos un presupuesto y tu parquet volvería a ser ese suelo bonito y confortable.
Entre las dos fotografías anteriores hay un gran trabajo, unos pasos que solo un profesional sabe dar, realizandolos con una maquinaria profesional y utilizando buenos materiales. Como se puede apreciar el cambio es espectacular, por lo que vale mucho la pena realizar la inversión y el esfuerzo en volver a tener un suelo de madera confortable y con garantías gracias al nuevo barniz.
Nuestros tabajos restaurando un parquet de encolado de roble o de cualquier otro tipo de parquet de madera siempre empiezan de la misma forma, pasando la pulidora que quita el barniz viejo y todas las rayas y golpes del parquet. Como ya hemos comentado varias veces, esta acción se completa pasando otra pulidora más pequeña conocida como orillera alrededor del perímetro, donde por su volumen y forma la máquina grande no llega.
El resultado de esta primera pasada es la madera sin barniz, al natural, y después de varias pasadas con diferentes granos de lija el parquet ya está preparado para el siguiente paso de la restauración. En este paso queremos remarcar que no es posible dejar el parquet así; varios clientes nos han contactado para solo pulir y dejar la madera al natural porque les gusta más el color, porque sienten más la madera, porque la prefieren sin barniz…pero no es posible. La madera sin barnizar es muy delicada, se raya con facilidad, se ensucia muchísimo y, al ser poroso, cualquier líquido que cae es absorbido dejando un mancha que no se puede quitar por mucho que se frege, ya que es líquido que ha penetrado en las capas de la madera. Además la madera sin protección es un festín para la carcoma, por lo que se podría extender una plaga rápidamente haciendo insalvable el parquet. La restauración hay que llevarla a cabo de principio a fin y aplicando barniz.
Una vez pulido el parquet pasamos al proceso de masillado de toda la superficie. Este paso lo explicamos ampliamente en un post reciente donde hablábamos de como se aplica la masilla que utilizamos, y también en otro artículo de como preparamos la masilla.
Una vez seca la masilla y quitado el sobrante mediante una pasada de pulidora aplicamos la primera mano de barniz. Este proceso se puede realizar de diferentes maneras, como veremos en próximos posts, pero en esta ocasión en concreto utilizamos fondo de barniz de poliuretano al disolvente aplicandolo con un cepillo de pelo corto totalmente a mano.
Una vez seco el fondo de barniz pasamos la vibradora para eliminar el repelo que hace el barniz afinando así la toda la superficie, y pasamos minuciosamente nuestra aspirador industrial para eliminar todo el polvo e impurezas para poder aplicar las siguientes manos de barniz.
Y de nuevo dimos otra capa, y repetimos estos últimos pasos hasta dar dos capas finales de barniz con un acabado satinado, que es un acabado medio, ni totalmente mate ni brillante, a nuestro parecer el mejor acabado.
Y una vez más, proceso de restauración completado y parquet encolado de roble como nuevo, protegido y sin imperfecciones, listo para durar otros 10 años más.
En Decofusta somos profesionales del parquet, especialistas en su colocación y en su restauración, solicítanos un presupuesto a medida.