El diseño en Teka Tasmanian es una auténtica joya. Su tono tostado natural aporta calidez y sofisticación, mientras que el acabado Vintage Matt le confiere una textura extramate que se siente auténtica al tacto. Este suelo es una declaración de estilo y personalidad.
Una de las características que más valoro es su resistencia. Con una clasificación AC5, este suelo puede soportar un uso comercial intenso, lo que lo convierte en una opción sólida para oficinas, hoteles, salas de formación y más. Incluso en entornos domésticos, garantiza una larga vida útil gracias a su garantía de 20 años.
La tecnología Hydroprotect es una de las razones por las que confío en este producto. Ofrece una protección excepcional contra la humedad, lo que lo hace apto para baños y cocinas de ámbito doméstico. La instalación es rápida y sencilla gracias al sistema clic patentado, y puede instalarse en espacios grandes sin necesidad de perfiles de expansión.
Además de su durabilidad y rendimiento, este suelo se preocupa por el medio ambiente. Cuenta con certificaciones ECOLABEL, CARB2 y PEFC, garantizando que la madera utilizada proviene de bosques gestionados de manera sostenible y que su emisión de formaldehído es mínima.
La protección antiestática es una característica que realmente marca la diferencia en entornos comerciales y de oficina, evitando esas incómodas descargas de electricidad estática.
En cuanto a la seguridad, cuenta con una excelente clasificación de reacción al fuego (Clase Bfl s1), lo que significa que su contribución al fuego es muy limitada y produce humos de baja opacidad.
Por último, si está considerando instalar calefacción radiante, este suelo laminado es apto para esa aplicación.
En resumen, el Finfloor Original Teka Tasmanian no solo es estéticamente atractivo, sino que también ofrece un rendimiento excepcional, durabilidad, protección ambiental y características de seguridad. Como profesional, lo recomiendo encarecidamente para una amplia variedad de proyectos de suelos laminados.
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