Cuando instalamos una tarima de exterior en madera suele aplicarse aceites de exterior que la protegen del sol y el agua. Estos aceites con el tiempo se desgastan y dejan a la madera sin esa protección, y ese precioso parquet de exterior con el efecto del sol y el agua se va quemando, va cogiendo un color gris oscuro y va perdiendo su belleza poco a poco. Antes de que esto pase se debe volver a pasar una pulidora con lija fina o media y volver a aceitar con varias capas. Este proceso se recomienda hacer como mínimo una vez al año, aunque según la madera o la obra quizás lo necesite cada seis meses.
En muchos casos este mantenimiento periódico no se ha hecho, y la madera está ya muy quemada con el paso de los años, por lo que es muy difícil que con una simple pulida se pueda prepara para su posterior aceitado. Normalmente la solución es intentar pulir con la máquina de restaurar parquet, darle varias pasadas hasta dejarla óptima. Dependiendo de la tarima este proceso es más fácil o difícil, ya que esta herramienta no está pensada para pulir tarima de exterior con sus separaciones entre lamas. Entonces, qué solución tenemos para restaurar una tarima de exterior? La indústria química nos da la respuesta, disponemos de productos químicos que consiguen devolver a madera a su estado natural, un proceso sencillo de aplicando distintas soluciones directamente a la tarima para luego pasar agua a presión y que la tarima vuelva a ser esa bonita madera que decora la terraza o jardín.
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